¿Te atreves a callar mientras gimes de placer por dentro? Las mordazas BDSM no son solo un juguete más: son la llave para sentir el control, despertar los sentidos y dejar que el cuerpo hable sin palabras.
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El susurro del placer se hace realidad con SILENZZO, la mordaza de bola suave diseñada para quienes buscan combinar la…
Altamente recomendable... Esta combinación tienes que probarla: un 2 en 1 cargado de morbo para quien lo lleva y para…
Shhh... ¿Quién manda?
Demuéstraselo. Mantén calladita a tu persona sumisa. Solo tendrá permitido respirar y salivar a través de los orificios…
Morder o amordazar, he ahí la cuestión… ¡Esta mordaza ofrece ventajas para ambos! BOCATTO desea seducirnos con una nueva apuesta en…
Sshhh… no intentes hablar… escucha… dímelo con tus ojos, haz todo lo que te diga, sin rechistar, así, muy…
Prepárate para ser dirigido/a a una experiencia salvaje, a trote o... ¡a galope! Solo mantén la boca bien cerrada, obedece…
Sucumbe al placer más fetichista con esta mordaza de araña.
La ligera estructura de metal en forma de araña…
BOCATTO PRO Nuevo complemento para tus sesiones que hará las delicias de tus juegos más extremos.
Si estás…
Desde amantis sabemos que el BDSM ha vivido un boom cultural que ha hecho que vayan saliendo nuevas ideas que…
Gracias a este gustoso huesito de silicona blanda tus gemidos van a sonar diferente y tu calor interior se va…
En amantis nos gusta jugar con los roles, llevar lejos nuestros instintos animales y jugar con los límites de nuestra…
Esta mordaza de bola no está hecha para cualquier sumisx...
Y este «arnés» con dildo, tampoco es para cualquier…
¿Cuándo fue que pensaste “Yo tengo que probar esto”?
Quizás fue viéndolo en alguna película. Quizás alguien te lo…
Fetish presenta este práctico juego de mordazas perfecto para acostumbrarse a su uso de manera gradual. Una mordaza con tres…
¿Os gustan los juegos de equitación humana? ¿Os gustan los juegos de dominación?
Pues bien gracias…
Las mordazas BDSM son unas ataduras bondage diseñadas para el juego erótico donde uno de vosotros, la persona sumisa, lleva algo en la boca que le impide hablar. ¿Y por qué querrías eso? Porque el silencio, cuando se usa bien, puede gritar cosas muy sucias.
¿Alguna vez te han dicho que “calladitx estás más guapx”? Pues imagina aplicar eso al sexo… y multiplicar el morbo por diez. Porque cuando no puedes hablar, tu cuerpo se convierte en el verdadero lenguaje. Cada suspiro, cada gemido, cada mirada… se vuelven intensos, irresistibles y eléctricos.
Estas mordazas sexuales no solo suben la temperatura, también despiertan fantasías de dominación y entrega. Son un clásico de la inmovilización junto con las esposas BDSM y las cuerdas bondage, pero ojo, que no todas las mordazas son iguales.
Aquí no hay una única forma de callar... Hay muchas, y cada una tiene su rollo, desde lo simple hasta lo más hard. Y ya te avisamos, una vez que pruebas una, querrás coleccionarlas todas:
No se trata solo de sumar un juguete BDSM más a tu colección, es más como darle a tu vida sexual un plot twist digno de una peli muy, muy subida de tono. Estas pequeñas maravillas transforman el juego, activan nuevas dinámicas y te abren la puerta a un mundo donde el control, el deseo y el silencio se entrelazan de forma explosiva.
¿La clave? La entrega. Cuando llevas una mordaza, estás diciendo, sin palabras, claro, “Confío en ti, hazme lo que quieras”. Al ocupar la boca, el cuerpo entra en modo sensibilidad extrema. Todo se vuelve más intenso, el roce de una mano por tu piel, un susurro al oído, un azote, un tirón de cabello, una caricia lenta… Todo se amplifica.
Además, las mordazas ayudan a marcar roles de una forma muy clara y excitante. Son perfectas para parejas que quieren explorar el BDSM poco a poco, sin necesidad de ser expertos. ¿Quieres empezar suave? Hay modelos ideales para ello. ¿Quieres ir a lo profundo y oscuro del deseo? También los tenemos.
Antes de lanzarte de cabeza al carrito de la compra, aquí van unos tips para elegir bien tu mordaza sexual:
Sí, si se usan con sentido común y comunicación. No deben bloquear la respiración ni causar dolor. Acordad una señal no verbal para parar si es necesario. Y recuerda, el consentimiento y la seguridad siempre van primero, ¡aunque el juego esté muy hot!
No deberían doler. Si hay molestias, puede ser por un mal ajuste, tamaño inadecuado o material poco flexible. Siempre prueba antes de lanzarte al juego. Una buena mordaza debe excitarte, no incomodarte. Si pica, roza o duele… no es la correcta.
Las de silicona se limpian fácil con agua tibia y jabón neutro como Limpín. Las de cuero o metal necesitan más cuidados: usa productos específicos, evita sumergirlas y sécalas al aire.
Depende del tipo. Las que son tipo bozal suelen ser más seguras para los dientes al no estar en contacto al 100% con ellos, pero si tienes dudas, consulta a tu dentista. Mejor prevenir que estar pensando en el ortodoncista en plena sesión BDSM.
Lo ideal es no pasarse: entre 10 y 20 minutos seguidos está bien para empezar. Haz pausas y, si es tu amante quien la lleva, revisa cómo se va sintiendo.