¿Te apetece un juego ardiente? Las velas BDSM son ese toque caliente que tu sesión de dominación y entrega estaba pidiendo a gritos. Si te va el juego con calor, el control, la sorpresa y el placer del dolor justo, las velas bondage son para ti.
¿Te apetece un juego ardien...
Seguro que muchos de vosotros ya habéis utilizado velas para dar un toque sensual e íntimo en los encuentros…
Imagina salir de una ducha o baño relajante, a la luz de las velas, y dejarte abrazar por el cálido…
¿Listos para elevar la temperatura? La Mini Vela de Masaje de Shunga es tu aliado perfecto para un masaje ardiente…
Las velas de masaje erótico shunga han sido creadas con una sola misión: crear el ambiente adecuado para la sesión…
Una combinación de ricos aceites vegetales presentada en formato de vela. Disfruta de su cálida luz mientras esperas que los…
Las velas BDSM no son como las del salón de tu casa o las de tu cumpleaños. Estas velas no están para decorar… ¡están para jugar!
Están diseñadas específicamente para el juego erótico con calor, lo que significa que se derriten a una temperatura mucho más baja que las velas normales. Esto permite que puedas verter la cera directamente sobre la piel sin riesgo de quemaduras serias, aunque sí con ese toquecito de escozor placentero que hace que se te erice todo el cuerpo.
¿El resultado? Una experiencia sensorial brutal. El calor, el goteo lento, la expectativa de dónde caerá la próxima gota... ideal para juegos de dominación, sumisión, castigo sensorial o simplemente para subir la temperatura en la habitación, literal y figuradamente.
Además, estos accesorios BDSM no solo te erizarán la piel, algunas tienen aromas deliciosos que envolverán la habitación y te despertarán todos los sentidos.
Algunas velas para BDSM se convierten en aceites calientes para masajes, otras en gotas de cera para marcar el cuerpo… ¡Hay para todos los gustos y pieles!
Porque el cuerpo está para explorarlo, admirarlo y jugar con él como si fuera un lienzo en blanco. Una vela es justo esa herramienta que convierte la piel en un territorio lleno de posibilidades, tanto si dominas como si te entregas, puede ser el punto de partida a una sesión de sexo cargada muy hot.
Imagina esto: la habitación en penumbra, la llama bailando, el silencio roto por una respiración entrecortada y unos gemidos y, de repente, una gota caliente resbala por tu pecho, la espalda o los muslos.
El calor activa terminaciones nerviosas que muchas veces están dormidas. Cada gota y cada roce generan una reacción real y muy física. Ese picorcito justo entre el placer y el castigo que es una locura.
Además, si utilizas otros accesorios como máscaras BDSM o ataduras BDSM, la incertidumbre de no saber qué pasará y de no poder controlar la situación te pondrá aún más a tono.
El efecto visual también tiene su punto. Ya sea para marcar, dibujar o simplemente disfrutar del contraste entre luz y sombra, la cera cayendo por el cuerpo de tu amante es puro espectáculo.
Vale, sí: las velas BDSM son súper sensuales, visuales y excitantes, pero antes de dejarte llevar por el impulso, hay algunas cositas que conviene tener claras. Porque no todas las velas valen para el cuerpo, y aquí no estamos para jugar con fuego de forma literal (bueno, un poco sí… pero con cabeza).
Te dejamos una mini guía con lo que deberías mirar sí o sí antes de comprar tus velas para BDSM:
Depende del tipo de vela, la temperatura de fusión y tu nivel de tolerancia al calor. Pero no, no es un dolor insoportable, sino una sensación intensa y placentera. Es más bien una mezcla entre quemazón y cosquilleo que muchos adoran.
Lo mejor es evitar zonas súper sensibles o delicadas como el rostro, los genitales, heridas o pliegues de la piel. Las áreas más seguras y excitantes para empezar son la espalda, los glúteos, el abdomen, los muslos o incluso los hombros. ¡Y siempre prueba la temperatura antes!
Tranquilidad ante todo. Deja que la cera se enfríe por completo y retírala con las manos, o ayúdate de un trapo húmedo y tibio. Nunca tires en caliente ni apliques agua fría de golpe, porque puede irritar la piel más de lo deseado.
Pueden hacerlo, especialmente si tienen colorantes. Lo ideal es usar una toalla vieja, una superficie fácil de limpiar o una sábana impermeable como las de amantis que no te dé pena ensuciar.
Las velas Shunga son unas de las favoritas para muchos. Las velas Shunga se derriten en aceite para masajes eróticos, tienen aromas deliciosos y están hechas con ingredientes naturales.