Son fantásticos. Muy fáciles de poner y no se notan nada durante la relación. Y se pueden usar en el día a día porque son más cómodos que un tampón común. Para quitarlo, la primera vez costó un poquito, pero para la segunda vez ya le había cogido el truco.
Se me hicieron difíciles de colocar y tuve problemas para quitármelo fácilmente, aunque supongo que será cuestión de práctica y paciencia (al final salió con un poco más de tiempo). Sí que es cierto que no dejan pasar nada y no se nota, así que como producto es bueno.
Son geniales, se ponen y quitan fácil, y durante las relaciones sexuales ni lo notas, ni lo notan ni manchas. Estupendos.
Cumple lo que dice: manchar no manchas, pero claro, lubricar tampoco lubricas. Es decir no pasa absolutamente nada a través de la esponja, que para unas cosas está bien pero para otras no tanto. Imprescindible usarlos con lubricante.
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