¿Te apetece jugar con la desesperación y sentir que no tienes poder sobre tu propio cuerpo? Entonces, las jaulas de castidad son ese capricho picante que tienes que probar sí o sí.
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Una jaula de castidad es un tipo de atadura bondage diseñada para encerrar al pene en su propia carcel, limitando la erección, la masturbación y cualquier forma de estimulación y placer físico.
Sí, sí… has leído bien. Una jaula para el pene. ¿Suena un poco extremo? Puede ser. Pero ese “extremo” tiene un lado muy, muy excitante. La clave es el control total. Cada roce se vuelve un tormento delicioso, cada pensamiento sucio un recordatorio de que no tienes el poder. Pero ojo, no todo es sufrir encerrado, para quien tiene la llave, la diversión es infinita.
El deseo reprimido, la anticipación, el saber que no puedes o que no te dejan liberarte es puro combustible erótico. Y lo mejor de todo: puedes llevar la jaula para pene debajo de la ropa, en la calle, en el trabajo o en casa de tu madre y nadie lo sabrá. Bueno, tu amante, sí. Y eso, amigos, es lo que lo hace tan, pero tan divertido.
No todas están hechas de los mismos materiales ni encierran igual. Aquí te dejamos los tipos más comunes que puedes encontrar en nuestra tienda online, para que escojas tu estilo de castigo favorito.
Porque esto no es solo un juguete BDSM más, es decidir conscientemente que no vas a entregar el placer así como así a tu pareja, sino que lo vas a controlar, dosificar… o negar por completo, y eso tiene un morbo tremendo.
Los beneficios de dejarse encerrar o encerrar a otro son muchos. Primero, la excitación se multiplica por mil: cuanto más se reprime el deseo, más intenso se vuelve. Además , también fomenta el autocontrol, haciendo que debas reprimir con todas tus fuerzas las ganas de escapar de la jaula.
Vale, lo tienes claro, quieres probar una jaula de castidad masculina, así que ahora tómate tu tiempo para elegir la jaula bondage perfecta para ti, porque escoger mal puede arruinar toda la experiencia.
Depende del modelo y de tu experiencia. Hay quienes la usan unas horas, otros días enteros. Si eres principiante, empieza poco a poco y mantén una buena higiene.
No debería doler. Puedes notarla apretada o incómoda, sobre todo al excitarte, pero el dolor real no forma parte del trato. Si algo pincha, roza o molesta demasiado, revisa el ajuste, cambia el modelo o el material.
Poder, se puede, pero no es recomendable. Durante la noche es común tener erecciones involuntarias y eso puede hacer que te despiertes. Prueba primero durante el día y ve viendo si tu cuerpo y la jaula lo soportan sin problemas.
¡Respira! No entres en pánico. Si es un candado estándar, puedes usar un duplicado o un corta candados con mucho cuidado. Por eso muchos modelos incluyen llaves extra o cerraduras de plástico numeradas. Consejo BDSM básico: nunca juegues sin un plan de escape.
Sí, sin problema. La mayoría de las jaulas bondage tienen una abertura en la punta para poder orinar. Eso sí, vas a tener que apuntar con más precisión que nunca. Y recuerda limpiarte bien para evitar olores o infecciones si la llevas mucho tiempo.