Este es un cuerpo sólido. Muy sólido. Un vidrio elaborado para cumplir los requisitos de más alta calidad.

Si nunca has probado un dildo de cristal, te vamos a contar por qué son lo más, por qué deberías probarlos, y por qué BLUE puede ser una buena idea para iniciarte en los juguetes ecológicos, duraderos y llenos de gratas posibilidades:

Su peso...

Sus 260 gramos no los ha probado cualquiera. Pueden parecerte un reto, pero todos esos gramos juntos pueden generar nuevas sensaciones en tus prácticas masturbatorias y juegos en pareja o en grupo. Aplica el peso en tu vagina o en tu ano, y manipula el dildo cuidadosamente en los recovecos de tu interior. ¿Notas ya la carga del placer? Su punta en forma de glande, ladeada adecuadamente, puede generar altas dosis de estimulación en el punto G femenino o en el punto P masculino.

Su material, el cristal, es un tesoro:

Visualmente, esta pieza de azul intenso interactúa con la luz, ofreciendo todo un espectáculo. ¿Te lo imaginas un luminoso día de verano en medio del mar?

Su tacto ultraliso favorece la penetración con o sin lubricante. En la punta, una forma glándica invita a masajearlo dentro y fuera de los cuerpos. Su base plana permite que el dildo se aguante solo encima de mesas y superficies; también favorece usarlo con un arnés; y crea un tope de seguridad para prácticas anales.

Los juguetes de cristal, además, ofrecen muchas ventajas:

• Es un juguete eco, de larga duración, pues la alta estabilidad del cristal permite que no tengas que reponerlo al cabo de los años. Por lo tanto es sostenible y ecológico.
• La alta solidez del material permite calentarlo y refrigerarlo sin riegos. Puedes ponerlo en el congelador o sumergirlo en agua caliente el tiempo suficiente para alcanzar la temperatura deseada y ponerte a jugar sin prisas.

Su forma:

BLUE tiene dos peculiaridades más; su diámetro de tan solo 2,3 cm lo hace ideal para principiantes, y su forma recta, cual falo, está pensada para mentes sobrias. ¿Será tu caso?