¿Pegging? Sí, suena exótico, misterioso y, para muchas personas, un poquito tabú. Pero no te asustes, que no es nada del otro mundo, sino una práctica sexual que despierta mucho morbo.
Si quieres saber qué es el pegging, quédate, porque vamos a llegar hasta lo más profundo del asunto. En este artículo te explicamos su significado, cuáles son sus diferencias con el petting y el sexo anal y cómo hacer pegging con la ayuda de los juguetes sexuales más chulos.
No tengas vergüenza, aquí no venimos a juzgar a nadie, venimos a que disfrutes y descubras todo lo que el sexo puede ofrecerte… incluido el pegging.
¿Qué significa pegging?
El pegging es una práctica sexual en la que una persona sin pene penetra analmente a su pareja con pene con la ayuda de un arnés con dildo o similar.
Es decir, es una forma de invertir los roles tradicionales: la persona con vulva se convierte en quien penetra y la que recibe experimenta el sexo anal de una forma distinta y muy excitante.
El término “pegging” se popularizó hace relativamente poco, pero la práctica existe desde hace siglos; sí, nuestros antepasados también sabían pasárselo bien. Hoy en día, el pegging es cada vez más visible como una forma de juego sexual divertida, liberadora y llena de posibilidades para romper estereotipos de género y de placer.
Practicar pegging con tu pareja no tiene nada que ver con tu orientación sexual o tu tipo de sexualidad; es una práctica que disfrutan muchísimas parejas heterosexuales que quieren explorar nuevas sensaciones, romper la rutina y descubrir puntos de placer que quizá ni sabían que existían. Al final, el pegging va de confianza y ganas de pasarlo bien sin etiquetas ni prejuicios de por medio.
¿Cuál es la diferencia entre pegging y petting?
El pegging es cuando una persona con vulva, usando un arnés con dildo, penetra analmente a su pareja, que suele tener pene; el petting es el juego sexual sin penetración, puro roce, caricias y besos para ponerse a 100% sin llegar a más.
Aunque los nombres rimen como si fueran primos lejanos, en la cama cada uno va por su lado. El pegging se basa en la inversión de roles donde quien normalmente no lleva la voz “penetrante” toma el control, incluso podríamos decir que tiene un aire de juego BDSM hasta cierto punto, donde la sumisión y la dominación entran en escena.
El petting es lo que muchas personas conocen como “magreos” o “sobeteo”. Besuqueos y toqueteos de todo tipo, pero sin penetración. Así que no, pegging y petting no es lo mismo ni de lejos, uno es un festival de caricias externas y el otro un viaje directo al placer anal con arnés incluido.
¿Es lo mismo pegging que sexo anal?
En el sexo anal tradicional, una persona con pene es quien penetra a otra, con o sin pene, por la vía anal. En cambio, en el pegging se da la vuelta a la tortilla: una persona sin pene es quien toma el mando y penetra a su pareja.
Aunque el pegging y el sexo anal no sean lo mismo, sí tienen algo en común: el placer pasa por la puerta de atrás. El sexo anal es una categoría muy amplia que puede incluir muchas formas y combinaciones, mientras que el pegging es una forma muy concreta de practicarlo.
¿Cómo hacer pegging?
Si te pica la curiosidad y quieres lanzarte a hacer pegging con tu pareja, aquí tienes un paso a paso para que todo salga perfecto y lo que empieza como curiosidad se convierta en rutina:
- Hablad sin tapujos: lo primero es poner todo sobre la mesa, deseos, límites, nervios… La comunicación es la base para que ambos estéis cómodos y disfrutéis. ¡No te presentes un día con un arnés sin avisar!
- Elegid el juguete adecuado: un arnés cómodo y un dildo de un tamaño pequeño son tus mejores aliados para empezar. No te olvides de que el material sea seguro y fácil de limpiar, te recomendamos los dildos de silicona.
- Lubricante, el mejor amigo: un lubricante a base de agua hará que todo fluya mucho mejor. No escatimes, aplica una buena cantidad de lubricante anal, el roce en esta zona necesita su dosis extra de cariño.
- Preparación y relajación: es fundamental que quien recibe esté relajado. Empezad con caricias y masajes para que los músculos estén más receptivos. Puedes empezar utilizando los dedos para después pasar a la artillería pesada.
- Paciencia y ritmo suave: empezad despacito, dejando que el cuerpo se adapte y disfrutando de cada sensación. Si algo duele o incomoda, parad y ajustad. El pegging es un juego en equipo, no una competición.
- Limpieza al acabar: cuando hayáis acabado de usar vuestro juguetito, es importante que lo lavéis con un jabón neutro. Ni se os ocurra introducirlo por la vagina sin lavarlo, os puede costar un disgusto y una infección sexual.
¿Qué tipo de juguetes se usan para el pegging?
Si el pegging es un juego, los juguetes sexuales son indispensables. Lo bueno es que hay opciones para todos los gustos, niveles y fantasías. Estos son algunos de los básicos para iniciarte en el mundo del pegging y montar tu kit ideal:
- Arnés sexual: es el clásico indispensable, una especie de braguita o arnés ajustable que se coloca en la cintura para sujetar el dildo a la altura de la vulva. Hay modelos que ya vienen con dildo o vibrador incorporado, otros permiten intercambiarlos.
- Dildos para arnés: muchos arneses permiten cambiar el dildo según el tamaño, forma o textura que os apetezca probar. ¿Por qué quedarse con uno cuando puedes tener toda una colección?
- Dildos strapless: ¿No quieres llevar arnés? No pasa nada. Los dildos strapless se sostienen con los músculos vaginales de quien penetra, dejando las manos y la cintura libres. Además son un 2×1, placer para quien da y quien recibe.
- Plugs anales: el mejor compañero para preparar el terreno. Sirve para ir dilatando la zona con calma antes de lanzarse al acto en sí. Pequeñito, con vibración, con joya… Hay plugs para todos los estilos.
¿Queréis subir el nivel? Añadid un poco de inmovilización BDSM suave, unas esposas BDSM o unas cuerdas bondage pueden darle al pegging un toque de sumisión y dominio muy sugerente.
Existen mil fórmulas y maneras de practicar el pegging, tanto si eres quien da como quien recibe, lo importante es liberarse de prejuicios y ¡disfrutar!
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