Hoy tratamos un caso, que, aunque no es de lo más común, sí lo padecen algunas mujeres. Y en amantis, queremos abordarlo. Vamos al ataque.

¿Cómo sé que tengo vaginismo?

El vaginismo es una disfunción sexual en la que se produce una contractura involuntaria de los músculos perineales del tercio externo de la vagina en el momento de la pentración, contracción que provoca el cierre del introito vaginal e impide el acto sexual. La persistencia de esta contracción en la vagina puede ser tremendamente doloroso y a nivel emocional, muy desagradable.
Existen diversos niveles de vaginismo:

  • Vaginismo ligero, que permite la penetración e incluso el orgasmo, aunque con rigidez y malestar.
  • Vaginismo intenso o severo, impide la penetración de cualquier forma, incluidos los dedos, tampones o cualquier instrumental que se acerque a la vagina con la intención de penetrar.
  • Vaginismo primario: ocurre cuando una mujer nunca ha sido capaz de tener relaciones sexuales o lograr cualquier tipo de penetración. Es comúnmente descubierta en las adolescentes y mujeres en su veintena, pues es cuando la mujer intenta el uso de tampones, tener relaciones sexuales o cuando va al ginecólogo.
  • Vaginismo secundario: ocurre cuando una mujer que previamente ha sido capaz de lograr la penetración vaginal normalmente, de repente se siente incapaz de ello. Esto puede ser por causas físicas -infecciones vaginales, trauma durante el parto, secuelas tras cirugía ginecológica, etc.- o por causas psicológicas.

¿Qué puedo hacer para mejorar?

Las causas están relacionadas tanto con conflictos psicológicos como con factores físicos. Las experiencias traumáticas, los abusos sexuales o el miedo a contraer enfermedades de transmisión sexual son algunos de los agentes que pueden provocar el síndrome de vaginismo.

Sea cual sea el vaginismo que tenga una mujer, el tratamiento para es el mismo (aunque el hecho de que previamente se haya podido lograr una penetración de forma satisfactoria es un factor que predispone a que la afección se pueda solucionar con mayor rapidez).
Los juguetes eróticos son un excelente instrumento terapéutico, capaz de ayudar en casos como la anorgasmia, el vaginismo, o para atajar problemas secundarios de tratamientos de oncología o trastornos del deseo sexual. También decir, pero, que es recomendable que el vaginismo se trate tanto física como emocionalmente, ya que se trata de una condición fisio-psicológica.

Aquí te dejamos algunos intrumentos que vendemos en amantis que te ayudarán seguro, a mejorar tu disfunción:

Vagiwell, Kit de dilatadores vaginales de silicona médicavagiwell_01BIG
Vagiwell Premium es un kit de dilatadores de alta calidad para tratar la contracción o dolor vaginal.
La terapia con dilatadores se puede utilizar contra el vaginismo (contracción de los músculos de la vagina), dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y la vulvodinia (dolor crónico alrededor de la vagina). Las mujeres que se han sometido a radioterapia o cualquier tipo de cirugía vaginal también pueden beneficiarse del uso de dilatadores ya que pueden ayudar a prevenir el endurecimiento y dolor causado por tejido resultado de la cicatrización.

El kit Vagiwell Premium contiene 5 dilatadores de distinto tamaño para que puedas acostumbrar lentamente los músculos y tejidos de la vagina a lo largo de semanas o meses. Esto puede ser particularmente útil para las mujeres que tienen endurecimiento o un dolor muy acusado. Cada dilatador es tan sólo 4 mm de diámetro mayor que el anterior, por lo que puede graduarse la terapia y llevar un ritmo cómodo.

El Kit de dilatadores Vagiwell Premium está fabricado de silicona de grado médico y tiene un tacto increíblemente suave. La ventaja de la silicona frente al plástico es que los dilatadores se adaptan rápidamente a la temperatura corporal proporcionándote una sensación natural y cómoda. Además la silicona es un material fuerte, resistente y fácil de limpiar.

CONdigitalPVC01BIGDedales
Son dedales, sí, pero no para coser, sino para que puedas explorar tu vagina cómodamente y hacer todo tipo de ejercicios. Algunos doctores recomiendan intentar los ejercicios Kegel con un dedo dentro de tu vagina (podrías trabajar hasta con tres dedos). Utilizar los dedos ayuda a sentir la contracción muscular. Es muy sencillo, solo has de colocarte uno de estos dedales y comenzar a acariciarte y trabajar tu zona. Se vende en paquetes de dos unidades.

Lubricantes ecológicosGELbioglideplus01BIG
Si estás realizando la terapia, ya sea con dilatadores, deditos de silicona o con tus propios dedos naturales, no olvides usar un lubricante que ayude a todo el sarao. Y te recomendamos los ecológicos. En un momento en que tu zona está tan sensible, ¿qué mejor que ofrecerle los mejores y más naturales lubricantes del mercado?

Sí se puede

¿Te animas? Si aún no te has animado a probar a superar el vaginismo, te recomendamos esta interesante reflexión de la bloguera de “Sin Vaginismo” que explica así como superó su caso:

“Desde que reuní la motivación y constancia suficientes para afrontar con confianza mis ejercicios y mi cuerpo logró el ansiado desbloqueo, he ido descubriendo con treinta años lo que otras chicas descubren con quince o dieciséis. Primero fueron los meses ejercitándome y después llegó la primera experiencia sexual con penetración. A continuación muchas de las relaciones sexuales que mantienes van destinadas a corroborar que efectivamente sigues pudiendo realizar el coito. Es como si no te lo creyeses del todo y necesitases periódicamente comprobarlo. Pensaba mucho en que estaba siendo penetrada en lugar de disfrutar del efecto mismo de la penetración, así que al principio no me deleitaba con ella. Para mí era como hacer gimnasia y el orgasmo seguía siendo posible sólo a través de la estimulación del clítoris porque de ese modo lo había ejecutado toda mi vida. Mi cuerpo sólo conocía ese camino y poco a poco tuve que ir mostrándole que existen otras formas de obtener placer. Ahora cada vez domino más los movimientos y las posturas que pueden satisfacerme. Aprendo en cada relación a testar mi propia sensibilidad o los momentos del ciclo que modulan mi apetito sexual.”