El sexo tántrico es una forma de conexión íntima que mezcla lo espiritual, lo sensorial y lo emocional, llevando el encuentro sexual a otro nivel. No se trata solo de llegar al clímax, sino de disfrutar cada paso del camino muy lentamente.

Se basa en técnicas ancestrales que provienen del tantra, una filosofía milenaria nacida en la India. El sexo tántrico invita a vivir el momento presente, a respirar, a mirar a los ojos, a tocar con intención y a convertir el acto sexual en un ritual sagrado.

Respira hondo, relájate y prepárate para descubrir una forma de intimidad que va mucho más allá del “aquí te pillo, aquí te mato”.

¿Qué significa sexo tántrico?

Para entender el significado del sexo tántrico, primero hay que saber qué es el tantra, que no es una postura del Kamasutra ni un tipo de incienso, aunque a veces se parezca.

El tantra es cualquiera de las variadas tradiciones esotéricas basadas en las religiones de la India que enseñan a utilizar el deseo como sendero hacia la realización.

Este arte nació en una sociedad matriarcal en el Valle de Indo hace unos cinco mil años. Después, viajó hasta la región de Cachemira y otros muchos lugares de Asia, como India Central o Nepal, hasta alcanzar el Tíbet, donde dio lugar al budismo tántrico.

simbolo de sexo tantrico

Es una práctica ideal para quienes se encuentran a la búsqueda y captura de lo espiritual, deseando vivir y entender el encuentro sexual más allá de lo carnal: como una herramienta para el crecimiento individual y de pareja.

El sexo tántrico, por tanto, no va solo de sexo. Es una forma de explorar la energía vital que hay en nosotros, de conectar con nuestra pareja y con nosotros mismos desde un lugar más profundo.

¿En qué consiste el sexo tántrico?

Este ritual no va solo de apagar las luces, encender un incienso y poner música lenta de fondo. Detrás hay una serie de aspectos básicos para entender de verdad en qué consiste el sexo tántrico.

  • La apertura mental. Uno no se inicia al tantra de cualquier manera ni entra al trapo a la de tres. Se requiere preparación mental, y os será más fácil a aquellos que ya estéis acostumbrados a prácticas como la meditación y la relajación. Hay que tener en cuenta que el tantra no tiene como meta final el orgasmo, sino el reconocimiento del otro a nivel espiritual, el viaje completo.
  • El tiempo en abundancia. Para dominar este arte puedes tardar meses e incluso años, todo dependerá de vuestra evolución.
  • El arte de respirar. El tantra es también un arte de la respiración, usada para relajar y conectar las energías de las dos personas.
  • La caricia como protagonista. La exploración es básica dentro del sexo tántrico, y la caricia, el canal con el cual realizarla. Da y recibe, fomentando el erotismo y la pasión mediante el tacto. 
  • Besos por doquier. En el tantra, el beso adquiere toda su fuerza y se enseña a practicarlo en todas sus vertientes, modalidades y posturas. La pareja así aprende a disfrutar de la sensación en la boca, en su cuerpo, en sus zonas erógenas. Mediante los labios se transmite el deseo sexual.
  • No todo es penetración. No es cierto aquello que se rumorea de que el tantra no permite la penetración. Esta se practica, pero no de manera habitual y tampoco de la forma en que la conocemos. El hombre sí penetra a la mujer, pero sin movimiento al uso, sino que el pene sale y entra en medio de juegos, besos y tacto que puede durar incluso horas.
  • Contención y expansión. Este mito sí es cierto. La meta final del sexo tántrico es controlar y aprovechar al máximo la energía sexual, por ello se debe evitar la eyaculación el mayor tiempo posible. Durante las rondas de penetración, ambos deben controlarse para no llegar al orgasmo y disfrutar del placer del momento.
  • El pico del placer. Es el “orgasmo tántrico”. Tras muchos minutos u horas de besos, caricias y penetraciones tántricas, la pareja llegará a un nivel en el que la energía emanará: el pico del placer que acompaña al orgasmo recorrerá todo el cuerpo, expandiéndose más allá del área genital. 
pareja practicando sexo tantrico

El tantra es un método que tiene como objetivo experimentar el éxtasis, entendiéndolo como la ausencia de la mente: sentir con todos los sentidos abiertos, sin pensamientos, ni angustias, prejuicios ni miedos.

¿Cómo se practica el sexo tántrico? 

La práctica del sexo tántrico tiene sus pasos, su orden y su intención. Aquí el ingrediente principal es el tiempo y las ganas de conectar. Si buscáis algo rápido, mejor volved al clásico mete-saca. Pero si lo vuestro es el placer lento y profundo, estos son los pasos para iniciaros en el sexo tántrico:

  1. Cread el templo: preparad el espacio como si fuerais a tener una cita con vuestras almas. Apagad luces fuertes, poned velas, incienso o aceites esenciales, una música suave y sensual… Nada de móvil cerca ni distracciones. 
  2. Respirad juntos: sentaos frente a frente, de rodillas o con las piernas cruzadas. Cerrad los ojos. Respirad juntos. Inhalad y exhalad al mismo ritmo o alternando, como si estuvierais bailando con el aire. Sentid cómo la energía empieza a fluir. 
  3. Miraos a los ojos: abrid los ojos y mantened la mirada. No como un duelo de western, sino como una danza silenciosa entre vuestras almas. Puede que al principio dé risa o vergüenza, pero si aguantas, verás que empieza a pasar algo. Es intimidad pura. Se llama “mirada tántrica”.
  4. Acariciaos: tomaos vuestro tiempo para tocar. No como quien va directo a los puntos calientes, sino como quien explora un mapa nuevo. Usad las manos, labios, plumas de caricias y aceites para hacer masajes tántricos… Explorad sin prisa, acariciad, dadle espacio al cuerpo para responder, para abrirse, para desear.
  5. Besaos de verdad: en el tantra, el beso es casi un mantra. No es solo un preliminar, es un ritual. Besaos lento, suave, en la boca, en la piel, en los rincones olvidados. Que los labios hablen sin decir nada. 
  6. Unid vuestros cuerpos: si llega el momento de la penetración, que no siempre es necesaria, hacedlo como si fuera vuestro primer encuentro. Despacio, profundo, sin moverse rápido. La penetración puede durar horas, con pausas, juegos, miradas y respiración.
  7. Contened la eyaculación: ¿Orgasmo? Aguantad… En el sexo tántrico se busca contener la eyaculación el mayor tiempo posible, para que la energía no se disipe, sino que se eleve y se reparta por todo el cuerpo. 
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¿Cuáles son los beneficios del sexo tántrico?

El sexo tántrico no es solo una forma distinta de tener relaciones, es toda una experiencia transformadora que te conecta contigo y con tu pareja a otro nivel. 

¿Los beneficios? Mejora la conexión emocional, elimina las prisas y os enseña a disfrutar despacio. Reduce el estrés, relaja como una buena sesión de spa con final feliz y, además, regala orgasmos más intensos, largos y corporales.

Os ayuda a conocer mejor vuestro cuerpo, a subir la autoestima, a sentiros más seguros y deseados. Las personas con pene aprenden a no eyacular enseguida y las que tienen vagina descubren nuevas formas de placer más profundas. 

El sexo tántrico no es una técnica milagrosa ni un polvo místico reservado para iluminados. Es una invitación a parar, a sentir y a redescubrir el placer desde un lugar mucho más profundo. Se trata de volver a mirar, a tocar, a respirar como si fuera la primera vez. 

Así que ya lo sabes, apaga las prisas, enciende unas velas, miraos a los ojos y dejaos llevar. Porque cuando hay tanta conexión sexual y emocional, el cuerpo habla, la energía baila y el alma se pone a gemir.