No todo es ‘que te lo metan’. Hay muchas maneras de disfrutar de la parte trasera. Lo más practicado es la exploración del ano con uno o varios dedos. Y puedes tomártelo solo, whisky on the rocks, o acompañado a lo cuba libre: masajear el anus combina bien con el sexo oral, la masturbación o la penetración… Y para los más atrevidos, pues sí, ‘que os la metan’. Dedos, dildos, vibradores, nuestro estimado Tok anal de amantis o penes… Eso, lo dejamos a vuestra elección.
¿Te atreves a probarlo? Hoy te contamos todo lo que debes saber para disfrutar… de la parte de atrás.
Lo que más te preocupa: el dolor.
Puede que duela. Sí. Y puede que no. Esto es como el Támpax. Todo el mundo decía que dolía y después, mira por dónde, encuéntrame a una mujer que nunca haya llevado uno. ¿Qué habrá personas a las que les dolerá? Pues claro. Pero todo es probar, mejorar y si después de varios masajitos e intentos aún duele… Entonces podrás dedicarte a otras excitantes prácticas. Tus mejores aliados serán un alto grado de excitación, masajitos por doquier y un buen lubricante. ¿Ya conoces Bacanal, por ejemplo?
¿Cómo empiezo?
La mejor manera de explorar el ano es durante un baño o ducha. Respira profundamente, relájate y juega con tu ano, tensando sus músculos, soltándolos… Tensar, soltar, tensar, soltar… Si lo pruebas en pareja, hay que saber estimular, hacerlo con maestría, preguntar cómo se siente, hacerlo lento la primera vez, y saber que un no es no, y un sí, es hazlo pero con inteligencia. Y si te animas, existen juguetitos anales, especiales para el agua, como AquaSilks. ¡Tecnología hecha para el placer!
¿Qué me puede ayudar?
Como en todo lo que se refiere al sexo, hay ciertas actitudes y técnicas que pueden ayudar. Primero, sentir deseo. Segundo, estar relajado y confiado. Y tercero, si te puedes ayudar con alguna fantasía, ¡todo suma!
¿Cuántas cosas podemos hacer?
Muchas. Muchísimas. Estimulación con el dedo, beso negro (estimular el anus con la lengua), penetración, penetración con juguetes sexuales… Además, no todo es que te la metan. Seas hombre o mujer, tú también puedes ‘meterla’. Si eres mujer, prueba con Silk, un dildo que será un buen amigo… Y si queréis jugar en parejita, ¿qué tal unas bolas anales? Las Bendybeads, por ejemplo, son geniales para juegos en pareja. Si las probáis, os damos un truquito: si las hacéis girar sobre su eje una vez introducidas… ¡Se os removerá algo muy especial, probadlo!
¿Qué nos gusta?
A los hombres
Cuando se estimula el ano de un hombre también se estimula la próstata y la base del pene, que está pegada a la pared rectal. Y estimular, en especial, la próstata, favorece el orgasmo. Si además de la próstata, estimulamos el perineo, ¡la cosa se pone caliente, caliente! Existen juguetes expertos en el tema, como nuestro Bad Boy.
A las mujeres
Una mujer es más difícil que consiga un orgasmo con solo la penetración o estimulación anal, pero el anus, es una de las zonas del cuerpo humano con más terminaciones nerviosas, es decir, una zona ‘con los nervios a flor de piel’. Eso significa que puede producir mucho más placer que otras caricias o toqueteos. Así que si lo combinas con estimular el clítoris… ¡Bombazo!
Y no te olvides…
De la higiene. Evita la penetración vaginal después de la penetración anal sin cambiar de preservativo o sin un lavado a modo de pausa. El recto posee bacterias que en contacto con la vagina pueden provocar infecciones. Y para tener el conducto limpio y a punto, te recomendamos un aplicador que te servirá para lavar y lubricar ¡2 en 1!
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