Si nunca has practicado un cunnilingus y sientes curiosidad por saber cómo hacerlo correctamente o bien quieres mejorar tu técnica en el arte del sexo oral, te aconsejamos que sigas los consejos de la psicóloga y sexóloga Alba Povedano.
Alba Povedano, graduada en Psicología por la Universidad Rovira i Virgili, con un Máster en Sexología Clínica y Salud Sexual y varios cursos de gestión emocional, TREC (terapia racional emotiva conductual) y counseling en sexualidad humana.
Ha impartido talleres en varias ONG’s e institutos sobre salud sexual y educación sexual para padres. Cree en una educación sexual positiva, abierta y, sobre todo, feminista, siempre intentando trasladar todos esos valores en su día a día y todo lo que hace.
A continuación, te explicamos cómo se hace un cunnilingus, qué puntos hay que estimular, los errores que deberíamos evitar y algunos trucos para que la excitación vaya en aumento.
¿Qué es el cunnilingus?
Es la práctica del sexo oral que consiste en lamer, chupar y frotar los labios de la vulva, el clítoris y la entrada de la vagina. El cunnilingus es el arte del sexo oral dedicado a la vulva. No es solo ir al grano, es explorar, jugar con ritmos, texturas y zonas erógenas para que la otra persona se derrita de placer.
Es como un masaje con la lengua en el clítoris, los labios y la entrada vaginal y, cuando se hace bien, ¡puede ser de otro mundo! Para muchas personas con vagina es la forma más rápida de conseguir orgasmos muy potentes o incluso hacer un ‘squirt’.
¿Cómo hacer un cunnilingus?
Vale, ya sabes qué es y que es increíble, ahora toca la parte práctica. Hacer un buen cunnilingus no es mover la lengua y ya. Hay que explorar, jugar con ritmos, probar movimientos distintos y estar atento a cada reacción.
No hay una única fórmula mágica, pero sí algunos pasos y trucos que pueden convertirlo en una experiencia de otro nivel… y sí, con un poquito de práctica, todas las personas pueden convertirse en maestras del placer oral.
1. Calienta motores antes de bajar
¡No vayas directamente al grano! Tómate tu tiempo y caldea el ambiente. Primero estimula la parte interior de los muslos, que es una zona muy sensible.
Puedes alternar caricias con besos, susurros o incluso un poco de juego de dedos sobre la piel antes de llegar a la vulva. Esto ayuda a que la excitación suba lentamente y que todo lo que venga después sea más intenso.
“Puedes lamer, soplar por encima de donde hemos lamido, pasar los dedos húmedos por alrededor del clítoris y jugar con todas esas sensaciones”, aconseja Alba Povedano.
2. Acaricia la vulva suavemente
Una vez nos acerquemos a la vulva, hay que empezar estimulando y acariciando los labios externos con los dedos, con la lengua… hasta adentrarnos en los labios internos. Los lamemos muy suavemente y entonces nos dirigimos hacia el clítoris.
Aquí la clave es explorar, algunos labios internos son más sensibles que otros, así que observa sus reacciones. Alternar entre lengua, besos y caricias con los dedos hace que el cunnilingus sea mucho más fluido.
3. Mimo absoluto al clítoris
Movimientos circulares, ligeros toques con la punta de la lengua y variaciones en la presión pueden hacer maravillas. Observar la respiración, los sonidos y las pequeñas contracciones de la pareja te dará pistas de qué le encanta y qué no.
“El clítoris lo podemos estimular dando vueltas con la lengua, ¡pero sin sacarlo del capuchón que lo recubre! Si lo hiciésemos, podría doler, dado que el clítoris tiene 8.000 terminaciones nerviosas en comparación con el pene, que tiene 4.000. ¡Así que cuidado!”, recomienda nuestra sexóloga.
4. Juega con la lengua
¿Qué podemos hacer con los movimientos de la lengua? Hay quien solo pasa la lengua del derecho, como si nos comiéramos un helado, pero también podemos moverla hacia abajo, con la parte que es más suave, creando unas sensaciones muy satisfactorias.
Aquí entra la creatividad a jugar, dibuja círculos, líneas, zigzags o incluso formas imaginativas. También se puede variar la velocidad, el ritmo o alternar movimientos largos y cortos. Integrar ligeros chupeteos o pequeñas succiones puede añadir un toque extra.
“No hay que hacer siempre los mismos movimientos. Se puede realizar el abecedario muy suavemente con la lengua: A, B, C…. O bien centrarse en hacer formas geométricas. Es importante variar el ritmo y la intensidad de la estimulación oral dependiendo de la excitación de tu pareja.
5. Varía, sorprende y mezcla estímulos
Combinar distintas zonas y tipos de estimulación mantiene todo excitante y evita que el cunnilingus se vuelva monótono. Incluso alternar entre lengua, dedos y manos en otras zonas sensibles ayuda a que el placer se intensifique y a que tu pareja se sumerja completamente.
También podemos jugar con los dedos en la entrada de la vagina, sin penetrar, produciendo una sensación súper agradable. O bien estimular a la vez otras zonas como pechos, boca, zona anal… ¡Toda estimulación es bienvenida!”, apunta Povedano
6. Cambia posturas para nuevas sensaciones
Otro consejo es cambiar de postura para que la otra persona experimente placer desde distintos ángulos.
“No es lo mismo recibir un cunnilingus mientras se está estirada con las piernas abiertas y relajadas, que recibirlo con las rodillas contra el pecho o a cuatro patas, porque el suelo pélvico se estira más o menos dependiendo de la postura. Así que recomiendo ir cambiando de posiciones para experimentar nuevas sensaciones”, aconseja Alba.
Errores más comunes al hacer un cunnilingus
Aunque mucha gente lo intenta con toda la buena intención del mundo, hay ciertos errores que se repiten más de una vez.
Para que no caigas en ellos, aquí van los errores más comunes que deberías evitar para hacer el mejor cunnilingus:
- Ir directamente al clítoris: error clásico. Es como saltarte los preliminares, demasiado brusco. El clítoris necesita cariño y calentamiento previo, no un ataque sorpresa.
- Morder sin permiso: mira, si lo quieren, te lo van a pedir. Morder porque sí puede ser incómodo o incluso doloroso. Mejor no improvisar este tipo de sorpresas.
- Succionar como si fuera un batido: no hace falta aspirar la vida de nadie. Succionar fuerte puede molestar un montón. Si lo haces, que sea suave y siempre pon atención a la reacción.
- Taladrar con los dedos: meter dedos como si fueran dos brocas no es sexy. Si usas los dedos, que sea para acompañar, acariciar y explorar, no para perforar a nadie.
¿Cómo sé si estoy haciendo bien el cunnilingus?
La mejor forma de saber si estás haciendo bien un cunnilingus es fijarte en las señales, respiración acelerada, gemidos, caderas buscando más, manos acariciándote o apretando las sábanas…
Si su cuerpo responde, vas por el buen camino. También puedes preguntar en voz baja qué le gusta más. La comunicación suma muchísimo y te asegura acertar siempre.
¿Cuánto tiempo debería durar un buen cunnilingus?
No existe una duración perfecta para hacer bien un cunnilingus. Puede durar cinco minutos o veinte… lo marca el ritmo y la excitación de tu pareja. Lo ideal es no ir con prisas, variar movimientos y seguir las reacciones de su cuerpo.
Si notas que tu pareja está cada vez más excitada y entregada, significa que vas con el tiempo perfecto.
Juguetes y lubricantes para disfrutar al hacer un cunnilingus
Un cunnilingus puede volverse aún más placentero si introduces un poco de ayuda extra, los lubricantes y juguetes sexuales pueden marcar la diferencia.
Incluso si no tienes pareja, hay opciones que imitan muy bien la sensación del sexo oral, así que nadie se queda sin disfrutar:
- Lubricante: la experiencia con un buen lubricante puede ayudar mucho en la práctica del sexo oral. Puede ser muy agradable poner lubricante y estimular la vulva con la palma de la mano, por ejemplo
- Lubricante de sabores: para aquellos que el olor y sabor vaginal sean una barrera, la sexóloga recomienda utilizar un lubricante de sabor con base acuosa, ya que son naturales y no afectan al pH de la vagina.
- Dildos: usa un dildo para penetrar suavemente la vagina mientras realizas el cunnilingus. Esto combina estimulación interna y externa para llevar la excitación al límite.
- Succionadores: si no tienes pareja, existen juguetes como los succionadores que imitan a la perfección el sexo oral estimulando el clítoris con ondas de succión.
Aprender cómo hacer bien un cunnilingus no va de técnicas complicadas, sino de ganas de dar placer. Cada cuerpo es un universo distinto, así que experimenta, pregunta y descubre lo que hace vibrar a tu pareja.
Disfruta del camino, no solo del final. Si sumas cariño, imaginación y comunicación, el cunnilingus puede convertirse en algo para repetir una y otra vez.
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