AGAPORNIS
​Hoy, en nuestra serie “Porno: un oficio cualquiera” tenemos el placer de entrevistar a Sandra O, cámara y editora de los vídeos que muestran nuestros mejores juguetitos.

Sandra O no va a ser tu nombre verdadero, ¿verdad? ¿El porno va siempre ligado a un nombre artístico?

No, es un homenaje al libro «La vida de O».

Hay muchos profesionales y sectores ligados al uso de los nombres artísticos, por motivos varios puedo imaginar. En el caso del porno pienso que comparte estos motivos (un nombre mas exótico, memorable, único, etc) y quizá añade el de esconder tu identidad real. Es probable que uno quiera disociar su persona social de su personaje creador- actor porno, principalmente porque a menos que hagas de ello tu bandera, puede conllevar reacciones extrañas según el entorno. En mi caso concreto, hacer porno no es un rasgo de mi identidad, es una rama de mi oficio como creadora audiovisual y yo necesito separar lo que es trabajo de otros proyectos personales que sí firmo con mi nombre.

Trabajas y resides en…

T​rabajo donde toque, pero vivir, vivo en Madrid.​

¿Es tu ciudad, una buena ciudad para el erotismo, para el porno?

​Para el porno, no estoy segura, tengo la sensación de que a ese nivel se pueden encontrar ciudades mucho mas vibrantes. Para el erotismo creo que cualquier ciudad, cualquier lugar es bueno, depende un poco de las fantasías de cada uno.

¿Cómo acabaste trabajando para el mundo del porno? ¿De casualidad, arropada por alguien, o era un mundo que ya te atraía?



​El mundo del porno me atraía y atrae mucho conceptualmente, ​lo que propone y las reacciones que esas propuestas generan. Es un mundo que ha crecido de forma exponencial, sin limites y también si apenas auto-crítica, en realidad, como el sector audiovisual en general. Creo que he acabado trabajando en él un poco porque mi trayectoria me condujo hacia ello, pero también un poco por casualidad.

¿Cómo es un día haciendo vídeos porno? ¿Qué tienen de excepcional? ¿Qué de normal?

​Tiene de excepcional el concepto. Uno debe primero decidirse a cruzar esa delgada y difusa linea entre lo erótico y lo porno y proponérselo a su equipo de trabajo. El resto es extraordinariamente normal. Rodar una actriz jugando con un juguete, darle instrucciones, grabar primeros planos de su vulva, no difiere en nada de grabar otro material visual, salvo a nivel conceptual, que te dices: «he grabado una vulva en macro» o cuando en la edición del video me escucho a mi misma decir: «y ahora deslízate por la pared con cara de gustito». Es como cuando a una modelo le pido que saque más la cadera. Mi marido se ríe de mí cuando lo escucha o ve los resultados. Lo que tiene de excepcional es a nivel cognitivo, el feeling es como el de cualquier trabajo.

​Trabajas detrás de la cámara: directora, cámara, editora… ¿Con qué te quedas? ¿Te atreverías a trabajar delante de la cámara, a lo Ama​rna​ Miller?

Me gusta la creación, pensar el proyecto, dirigirlo, rodarlo y montarlo. Pero no sabría estar delante de la cámara ni quiero. Es un oficio propio y para ello están los actores y actrices que lo hacen de maravilla.

Dinos. ¿Tu familia y amigos saben de tu faceta «porno»? ¿Crees que el sexo es aún tabú en nuestro sociedad?

​No todos, pero sí muchos. No creo que el sexo sea tabú en nuestra sociedad, creo que hay algunas formas y manifesitaciones de la sexualidad que sé que son tabú​ y también existe cierta doble moral. La gran mayoría de las personas ve porno pero odiaría que sus hermanas fueran actrices porno.

Tus vídeos son muy «blancos», ingénuos, dulces… ¿Vídeos orientados a chicas?

Son videos hechos por una chica, quizá eso se note forzosamente, pero la base fue harmonizar los videos con la fotografía de producto que realizo para amantis y el look general de la web y tienda. Tanto las fotos como los videos quiero que tengan ese look de mañana, como si la luz entrara en el dormitorio de la vecina de al lado, que se ha despertado con ganas. Y muchos de ellos son productos para chicas, así que hay que usarlos como a las chicas nos guste, es decir, son videos centrados en el placer de la modelo y no del observador. Mucha pornografía retrata cosas que una cuando las ve piensa: «esto no es posible que a nadie le mole de verdad, tiene que hacer daño» o cosas similares. En estos videos el placer de la modelo es real, y si excita o no al observador, es secundario. Es decir, ese juguete sí que da gusto de verdad al usarlo, no al verlo.

Ya que has hecho videos de los juguetitos de amantis... ¿Habrás probado alguno, verdad? ¿Cuál es tu favorito?

​Me gusta la linea nueva, como el Ergo G.​

¿Con qué actores y actrices te gusta trabajar?

 ¿A quién admiras del mundo del porno?

Uf no estoy muy puesta la verdad.​ ​Hay un tipo que me gusta, se llama Michael Stefano, me gusta porque realmente parece que le gusta todo, cerdea mucho y es maravillosamente erótico verle cerdear.​

¿Qué te gustaría hacer en este mundillo que aún no hayas hecho?

​Jaja, ¡pero si no he hecho nada aún! ​

Para alguien que esté pensándose pasar al mundo profesional del porno. Le dirías…

Que haga solo lo que quiera hacer, que trate de tener un sello personal y que haga cosas con calidad audiovisual.

Para acabar, ¡dinos algo muy porno, así, como de despedida!

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