Si os preguntan de qué país es esta bandera… ¡Aún diréis alguna barbaridad! Pero es que no es de ningún país, es la representación, el símbolo, de la asexualidad.
Bienvenidos, seguramente, a un mundo sin descubrir.
La asexualidad se define por la falta de atracción sexual, o el bajo o nulo interés en la actividad sexual humana. Se habla también de falta de orientación sexual. Otros dicen que es un tipo de orientación sexual, como ser bi, hetero u homo.
No todos los asexuales son iguales: algunos sienten atracción física, otros no; algunos sienten atracción romántica, otros no. Pero ninguno de ellos siente necesidad y deseo sexual.
E importante: no hay que confundir la asexualidad con el celibato, que es una decisión. La asexualidad no, nadie decide ser asexual.
¿Pero esto pasa?
Sí, sí pasa. El estudio más reciente sobre el tema, realizado por Anthony F. Bogaert 2004 en Inglaterra determinó que un 1% de los británicos podían ser asexuales. Estos habían contestado que “nunca se sentían atraídos por ninguna otra persona”.
La asexualidad también puede ser un período transitorio en la vida de una persona. Personas que en un momento de sus vidas sintieron atracción y deseo sexual, y que al pasar a otra fase de su vida, dejaron de sentirlo.
Esta es una de las situaciones más conflictivas que se pueden producir, si la persona asexual tiene una relación de pareja. El miedo a contarlo a la pareja suele ser alto y uno puede confundir o dudar si es asexual o simplemente, tiene un período de libido baja. Sea como sea, la palabra asexualidad es un concepto abierto y al que no debemos tenerle miedo. Hablar de ello, confiar en la pareja e intentar llevar la situación es la mejor opción, sin dejar que nos pongan etiquetas.
¿Asexual? Conoce más
Si crees que puedes ser asexual y te gustaría investigar más sobre el tema y conocer gente con tus mismas inquietudes al respecto, te dejamos algunos enlaces que pueden serte de interés.
Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad
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