Miguel Vagalume, o La Mosca Cojonera, o Golfo con principios… Por todos esos nombres le coneceréis. Él es un referente en el sector sexual, emocional y afectivo alternativo. Sexólogo, educador y activista de sexualidades y relaciones no convencionales. Co-creador de Golfxs con principios y de la Escuela sexológica, también impulsor de la asociación BDSMK. Si aún no le seguís, leed, leed, que le seguiréis.

amantis: ¿Cuándo y por qué empezaste a interesarte por las no-monogamias?

Miguel: Desde que leí, hace muchos años, La Revolución Sexual, de Wilhelm Reich, referente histórico de las comunidades LGTB, que siempre buscaban la manera de hacer posible otras formas de vivir. Con los años ha habido una producción inmensa de materiales, con lo que ese interés ha seguido ahí pero además se ha ido ampliando.

a: Tu carrera es conocida por haber traducido diferentes «biblias del poliamor. ¿Cómo te surge la idea?

M: Todo surge al entrar en contacto con los inicios del grupo Poliamor Madrid en 2006, cuando lo dirigía Juliette Sigfried. Ahí me recomendaron leer The Ethical Slut. Y me explotó la cabeza: supuso encontrar al fin a alguien que entendía la sexualidad no convencional (en todos los sentidos) de la manera que siempre yo la había entendido, y que englobaba tanto relaciones abiertas, como LGTB, queer, BDSM, etc.

Mi idea siempre ha sido, parafraseando el libro, reunir las herramientas que nos ayuden a «construir a nuestro alrededor el mundo en el que queremos vivir», poner mi grano de arena para construir ese mundo con el que había fantaseado (y visto en directo en Reino Unido a finales de los 90 durante un par de años) junto con otro montón de gente que estamos en el activismo.

Así que me puse a traducir el libro por mi cuenta en el blog La Mosca Cojonera y vi que el libro le interesaba a más gente que a mí. Le comenté a editoriales la posibilidad de traducirlo y publicarlo pero, claro, nadie conocía a Dossie Easton y Janet Hardy... José María Ponce (el director de cine porno) me puso en contacto con la editorial Melusina, se arriesgaron y ahí surgió todo lo que ha ido sucediendo con Ética Promiscua, Opening Up y El libro de los Celos.

a: ¿Qué diferencia hay entre el Miguel Vagalume sexólogo y el Golfo con Principios activista?

M: Muchas. Mi referente es Magnus Hirschfeld, que era capaz de hacer una labor sexológica descomunal hace 100 años en Berlín y al mismo tiempo luchar por los derechos de homosexuales y trans constantemente. La diferencia fundamental es que en el trabajo de consulta y educación debes centrarte en el sistema de valores de quien tienes delante y en el activismo apuestas por unos valores propios, que se defienden frente a otros ajenos.

Eso tiene muchas consecuencias, a nivel práctico, a la hora de organizar actividades, dar charlas o talleres… Y la complicación extra de intentar no volver a enredar con el activismo lo que vas desenredando desde la sexología. Vivimos en una maraña de conceptos relacionados con el sexo heredados durante siglos y, sin una revisión, es fácil mezclarlos y, sin querer, estar reforzando ideas que van en la dirección contraria de la que queremos avanzar.

¿Un ejemplo? El activismo centrado en el uso de condones que a veces, porque no le dan más tiempo, no va más allá de insistir en su uso… y termina reforzando la idea de que relacionarse sexualmente con alguien se reduce a una penetración o que eso es lo más importante. Desde la sexología se tiene cuidado con esas consecuencias imprevistas y se educa de otra manera.

a: El Vagalume sexólogo entiendo que se formó antes en sexología. Pero en España ninguna escuela convencional forma en sexología y terapia aplicada a relaciones no convencionales. ¿Cómo te autoformas pues?

M: La formación que tuve en Incisex (Universidad de Alcalá de Henares), y en general, todos los centros de sexología sustantiva, como Iunives o Biko Arloak sí que dan la perspectiva suficiente para entender dónde se sitúan las relaciones no convencionales sin entenderlas desde los enfoques usados hasta ahora. Su explicación de la sexualidad humana sí incluye un espacio donde encajar todo lo no convencional, sin que sea un añadido, sin entrar en patologías ni necesidad de recurrir a otras disciplinas como la sociología o tener que «luchar por su visibilidad y reconocimiento». Ahí está la diferencia entre sexología y activismo. Con la Escuela Sexológica precisamente hemos querido dar ese enfoque centrado en sexualidades y relaciones no convencionales.

Actualmente nos autoformamos mutuamente una serie de profesionales de sexología, compartiendo materiales recién publicados que abundan en inglés. A eso se suman congresos como el NMCI, las aportaciones de profesorado de masters como Juan Lejárraga y lo que se va aprendiendo de otras muchas personas en el activismo, algo fundamental.

a: En el mundo de las no-monogamias y el poliamor «habláis raro» 😀 ¿Nos ayudas con este mini-diccionario poliamoroso? ¿Nos describes estos palabros?

ANARQUÍA RELACIONAL: Relaciones no monógamas en las que no se sigue el modelo romántico tradicional con el que se suelen entender la mayoría de las relaciones que van más allá de la amistad. Consiste en no darle a cada relación un espacio delimitado a priori en el que podrá desarrollarse, sea como amistad o relación romántica. Roma de las Heras es quién más sabe del tema en nuestro país.

ÉTICA PROMISCUA: En realidad es la traducción que tuvo que hacer la editorial del título original, Ética para putones, para la portada del libro. Consiste en intentar vivir sin el estigma asociado a las opciones no normativas (relacionadas con sexualidad y relaciones), y sin que necesitemos buscarnos razones médicas o de otro tipo para justificar lo que queremos hacer. El libro da ideas para hacerlo.

PANSEXUAL: Atracción independientemente de la identidad de la otra persona.

POLIBIRRA: Nombre que se le dio en Barcelona a las Policañas, y que se refiere a encuentros informales en espacios públicos a los que asistir para poder conocer a otras personas con relaciones no monógamas y poder hablar del tema.

POLIDRAMA: Consecuencia inevitable de la no-monogamia porque son relaciones en las que hay muchas personas implicadas.

a: Tu eres todo un referente en relaciones no-monogámicas. Y empiezan a salir otras voces públicas: Amarna Miller, Noemí Casquet… ¿Cuáles son tus referentes dentro y fuera de España?

M: ¡Muchas gracias! En lo activista, por afinidad personal, suelo trabajar muy de la mano con Roma de las Heras y Brigitte Vasallo, pero en nuestro país hay muchísimas aportaciones que son importantes y toda una red que nos apoyamos mutuamente. Es un puzzle inmenso en que muchas personas ponemos piezas. En lo académico los referentes son muchos… Y es complicado dar nombres y que no se moleste quien has olvidado nombrar. Somos muchísima gente aportando granos de arena.

Fuera de España es fundamental seguir el trabajo del Congreso de No Monogamias e Intimidades Contemporáneas, que organiza Daniel Cardoso. Mis referentes funcionan a muchos niveles, porque hay quienes aportan puntos de vista teóricos, quienes aportan desde el activismo, o desde sus maneras de aplicarlo en el día a día. Es tan importante seguir las aportaciones académicas (Intimate del Centro de Estudios Sociales de Coimbra, Meg John Barker y cientos más…) como las activistas y de quien no se lo cuenta a casi nadie, pero encuentra claves importantes, como me encuentro en consulta y en personas muy cercanas.

a: Parece que el poliamor se extiende por toda España, especialmente en Barcelona y Madrid: Poliamor Madrid, Poliamor Catalunya, Amors Plurals, Eixams… Dinos qué otras organizaciones de referencia debemos seguir. 

M: Se ha extendido a todas partes. En Facebook hay grupos locales de muchas ciudades en nuestro país, en Galicia, Asturias, Valencia, Málaga, Albacete… Lo mejor es leer y ver qué organizaciones coinciden mejor con nuestra manera de entenderlo, no todas tienen el mismo enfoque.

A nivel rural también sucede. Las relaciones abiertas no son una moda de la capital y ciudades grandes, sino que ahí es más fácil vivirlo sin todos los problemas que pueden derivarse cuando se enteran en tu familia, trabajo o amistades. Lo que ha sucedido es que ahora todo el mundo está buscando su propia manera de mantener las relaciones que se adapte a sus ideas y su entorno. Hay entornos donde es muy importante casarse y formar una familia tradicional para que consideren que has llegado a la edad adulta…

a: ¿Cuál es el primer paso que debe dar una persona si piensa que quiere reflexionar, acercarse al poliamor?

M: Da igual lo que se diga. Es como cuando tienes tus primeros «noviazgos» en el colegio. No hay una asignatura donde aprendes la teoría, para después pasar a la práctica, sino que pruebas, tropiezas, sufres y luego buscas las herramientas. En esto suele suceder lo mismo: primero te lanzas y cuando tropiezas, te dedicas a leer y buscar las soluciones a los problemas que te has encontrado. Si tuviese que dar una sola recomendación, sería la de tener colectivos con los que relacionarse y cuidar el entorno de amistades, para que no dependas de la visión de las relaciones abiertas que te esté dando una sola persona. Eso te ayudará a tener más puntos de vista y poder buscar tu propia manera de hacerlo. Mucha gente cree que el poliamor tiene que ver con orgías y comunas, pero tiene más que ver con estar hablando, hablando y hablando.