Las prácticas de BDSM (Bondage Sado Massoquism) son muchas y muy variadas. Y muchas de ellas, la mayoría de los mortales ni las conocen. Pero otro día trataremos sobre las más hardcores

Si queréis introduciros en este arte, poco a poco y de forma soft… Podéis hacerlo con esta películita, Secretary, que ganó el Festival de Sundance de 2002.

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Si queréis saber un poco más allá, pasemos a analizar ciertos puntos que debes tener en cuenta:

Relaciones BDSM, relaciones vainilla: Las relaciones sexuales en el mundo que tu conoces, son llamadas en el mundo del BDSM, “relaciones vainilla”. Esto es como los payos y los gitanos, dos culturas diferentes, pero en el terreno sexual. Las relaciones vainilla se entienden como aquellas en que la relación de poder entre la pareja, trío o lo que se tercie son ig50Sombrasuales; en las relaciones BDSM se establece una jerarquía y relación de poder no igual, pero eso sí, consentida por todas las partes.

Algunas prácticas comunes en el BDSM:

*El EPE: Es una práctica sexual de las relaciones BDSM consistente en alternar las relaciones de poder. Ahora soy amo yo y en un rato lo serás tú.

*Poliarmonía: Como su prefijo indica, “poli” son muchos. A partir de ahí, deja volar tu imaginación. Las prácticas de poliarmonía son frecuentes en el mundo BDSM y funcionan por lo general, con un amo/a y varios sumiso/as.

*Relaciones 24/7: Es estar en permanente rol de amo y sumiso. Para poner una ejemplo burdo, es lo que pasa en “50 Sombras de Grey”. Christian quiere que Anastasia sea su sumisa durante todas las horas del día: que coma lo que él quiere, que se ponga la ropa que él quiere, etc. Pues eso trasládalo a todos los mundos posibles. Imagínatelo en tú mundo. 😀

¿Por dónde empezar? Empieza por lo básico…

Dominación: entrar en el mundo el BDSM significa alejarse por completo del mundo real. Si quieres practicar BDSM deberás dejar de ser quién eres y entrar en un nuevo papel, de amo o sumiso. Lo primero que debes hacer es decidir el rol que vas a tener, por cuanto tiempo lo jugaréis y qué haréis. Ir entrenando… Y leed este post hasta el final, que damos unos consejitos de seguridad que debéis tener en cuenta.

bondageBondage: Ata o deja que te aten. Puedes empezar por una parte del cuerpo y si te gusta, ir avanzando. Juega con los tipos de materiales con los que atar. Puedes empezar con cinta y, cuando ya estés muy entrenado, acabar con una barra. Al Bondage podrás sumarle después un poco de spanking (los azotes de toda la vida) o sexo vainilla.

Azotes: El más habitual es el azote en las nalgas. Puedes convertirte en el spanker (quién los da) o en el spankee (quién los recibe). Para no “dar por dar” o “recibir por recibir” puede ayudaros que os pongáis en rol, en situación de dominante-sumiso, e incluso, adoptéis algún otro rol más concreto: alumno-profesor; jefe-empleado… Al igual que el Bondage, es importante que juguéis con los materiales con los que azotaréis: podéis ir desde la simple palma de la mano hasta un cepillo, pasando por látigos o cinturones. Y si quieres algo especial, en amantis encontrarás palas muy románticas.

¡Y muy importante!

Para una buena práctica del arte del BDSM, esta debe ser consensuada y segura. Es bueno que entre quién lo practiquéis establezcáis códigos de seguridad, como por ejemplo, palabras que signifiquen “stop”, “estoy al límite” o “baja la intensidad”. También podéis tener señas para indicaros que todo va bien. Los amantes BDSM deben confiar plenamente el uno en el otro y saber que cuando uno guste, el juego terminará. Para resguardar esta seguridad también es importante que practiques BDSM con gente de confianza y que estés en plenas facultades mentales y físicas.

¿Qué, te atreves? Déjanos un comentario en este post si es que sí… 😀