Puede que tu madre ya no sepa que son las bolas chinas. Puede que tu sí pero aún no te hayas atrevido a utilizarlas. Pero hoy te enseñaremos a sacarles el máximo partido. ¡A chinear!

LUNA-mini_01BIG¿Qué son y de dónde salen estas bolas?
Las bolas chinas son dos bolas unidas entre si (si estás pensando en más bolas, esas son anales y ya son harina de otro costal) y que acaban en un cordel que es el que te ayudará a sacarlar de la vagina. Modo Tampax, tal cual. Dentro de cada bola, hay otra bolita metálica. Si tienes unas delante, muévelas, lo notarás.
El mito dice que las bolas chinas tienen su origen en los inagotables deseos eróticos de un emperador asiático. Este ordenó desarrollar un instrumento sexual que pudiera ser utilizado por sus múltiples concubinas a fin de que estuvieran listas para el acto inmediatamente, sin necesidad de realizar ningún tipo de juego preliminar para lubricarlas. Seguid leyendo y os contamos porqué ayudan a lubricar…

¿Para qué sirven?
Para muchas cosas. En primer lugar, y seguramente su razón de ser más importante, es que sirven para reforzar la musculatura de la vagina, y por lo tanto, garantizar su salud. ¿Y eso que tiene qué ver con el sexo, te preguntarás? Pues muchas cosas: si tienes una vagina fuerte, si sus músculos están bien entrenados, tus relaciones sexuales serán mucho mejores. A cuerpo tonificado, sexo bueno casi asegurado 🙂 Es por ello que se recomienda ejercitarse con ellas periódicamente.
En segundo lugar, está demostrado que las bolas chinas mejoran la lubricación vaginal notablemente, y su efecto se nota desde los primeros usos. Las bolitas golpean las paredes de la vagina, lo que mejora la circulación sanguínea de la zona, lo que sube el nivel de lubricación.

Y finalmente, las bolas chinas también las podemos considerar un juguete sexual: que te las pongo, que te las quito… Y vas entrando en calor. O que te las pones y te mueves un poquito, y tu solita, vas calentando el motor.

Modo de empleo

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  • Úsalas a menudo, por las tres razones que te hemos contado antes.
  • Para una fácil aplicación, usa un lubricante, si puede ser, amántico y de base acuosa. Pon unas gotas de lubricante en el extremo de la bola china que vas a introducir primero.
  • Introduce las dos bolas. ¿Que cómo? Si utilizas tampones ya sabes qué postura es la tuya. Si no, prueba cuál te va mejor: sentada, en cluclillas, de pie… Cada mujer es un mundo.
  • Una vez dentro… ¡Zas! Tendrás la sensación que se van a caer, y será el momento en que tu vagina se contraerá, realizando el ejercicio que tanto te recomendábamos.
  • Y ahora es el momento de jugar un ratito con ellas: quédate de pie o camina mientras las llevas. Nada de tumbarse ni de sentarse.
  • Y cuando sea suficiente, tira del cordel, lávalas bien y guárdalas con una funda adecuada.

Si la experiencia te ha gustado…
Aquí unos consejitos:

  • Como cualquier ejercicio físico, no está mal hacerlo todo los días, pero con 2-3 veces a la semana, será más que suficiente.
  • Se recomienda utilizarlas unos 20-30 minutos cada vez, y sobre todo al principio, es importante no llevarlas mucho más tiempo, pues podemos sobrecargar el músculo y generar agujetas y hasta lesiones.

¿Qué te animas? Pues mira todas las bolas chinas que tenemos en amantis.net…